martes, 5 de febrero de 2008

TRAJANO Y ADRIANO



TRAJANO

Marco Ulpio Trajano nace el año 53 en la ciudad de Itálica (Santiponce – Sevilla) en el seno de una de las familias más ricas de Hispania. Su padre, del mismo nombre, había sido uno de los seguidores más importantes de Vespasiano. Se casó con Pompeya Plotina pero no tuvo descendencia. Llegó al gobierno del Imperio a los 44 años. Su padre adoptivo y al que sucedió fue el emperador Nerva que lo adoptó es posible que buscando el apoyo del estamento militar. Era un colonial, no un colonizado pues descendía de antiguos itálicos emigrados a la Bética. Pertenecía a una familia procedente de Itálica en concreto de Santiponce (Sevilla). No se puede decir que en el ejercicio de su mandato tuviera un trato de preferencia por las poblaciones de donde provenían sus antepasados.
























Trajano siguiendo la orientación de Nerva trató de llevar buenas relaciones con el Senado lo que logró sin ceder demasiadas prerrogativas políticas, le bastó reconocerlo como máximo órgano consultivo y le reconoció mayor libertad de expresión e incluso mayor capacidad en la toma de decisiones siempre que no se organizaran grupos de oposición a su régimen. Decidió reunir a los delatores en el anfiteatro y meterlos en barcos para que el mar decidiera su futuro y así lo relata Plinio el Joven. Usó el privilegio de la adlectio para promocionar a caballeros. Estudios modernos sobre el lugar de procedencia de los senadores revelan que siguió la política Flavia de incorporar a provinciales pero sin preferencias entre los orientales y los occidentales.








Con Trajano se inició una era en que las libertades llegaron a las capas medias y bajas de la población. No abolió las leyes de Domiciano contra los cristianos pero recomendaba perseguirlos sólo cuando fueran factor de desorden. Intentó frenar el declive de Italia sin disminuir la sólida situación de las provincias. La institución de los alimenta proyectada por Nerva adquirió pleno desarrollo con Trajano. Obligó a todos los senadores a tener un tercio de sus bienes inmuebles en propiedades en Italia.








Realizó una amplia política de obras públicas para lo que contó con los servicios del más grande arquitecto de la Roma imperial, Apolodoro de Damasco, destacando la restauración y ampliación de la red viaria provincial, la creación de un gran Foro, la construcción de un nuevo acueducto (aqua Traiana), una nueva biblioteca y sobre todo en el nuevo Foro erigió la columna Trajana que relata en bajorrelieves las hazañas militares que condujeron al sometimiento de la Dacia. Esta célebre columna se erigió el año 114 y se compone de 18 bloques de mármol de Carrara de 40 toneladas cada uno. Su diámetro es de 4 metros.








Trajano y el general Sura








Está recorrida por un bajorrelieve en espiral que conmemora las victorias de Trajano frente a los dacios. El friso escultórico completo mide unos 200 metros y da 23 veces la vuelta a la columna. En el interior de la misma, una escalera de caracol de 185 peldaños permite el acceso a una plataforma mirador en su parte superior. El relieve narra dos victoriosas campañas de Trajano contra los dacios, una en la mitad inferior, la que se desarrolló entre los años 101 y 102 y en la superior la segunda entre los años 105 y 106. Ambas secciones están separadas por la personificación de la Victoria. Lo importante de los relieves no es su calidad artística sino el hecho de ser una crónica, la narración es lo fundamental. La crónica se desarrolla en forma helicoidal y aparecen numerosas representaciones metafóricas. Sigue un orden cronológico narrando escenas de muy diversa índole relacionadas todas con las campañas dacias. Hay un total de 2.500 figuras humanas: el emperador aparece 59 veces, siempre visto de forma realista, no sobrehumana. Constituye una valiosa fuente de información sobre el ejército romano.
La siguiente inscripción se encuentra en el pedestal:
SENATVS•POPVLVSQVE•ROMANVS
IMP•CAESARI•DIVI•NERVAE•F•NERVAE
TRAIANO•AVG•GERM•DACICO•PONTIF
MAXIMO•TRIB•POT•XVII•IMP•VI•COS•VI•P•P•
AD•DECLARANDVM•QVANTAE•ALTITVDINIS
MONS•ET•LOCVS•TANT<...>IBVS•SIT•EGESTVS
Traducido:
"El Senado y el Pueblo Romano, al emperador César Nerva Trajano Augusto Germánico Dácico, hijo del divino Nerva, Pontífice Máximo, tribuno por decimoséptima vez, emperador por sexta vez, cónsul por sexta vez, padre de la patria, para mostrar la altura que alcanzaban el monte y el lugar ahora destruidos para (obras) como ésta."

Está pensado para ser leída desde abajo y por ello las letras inferiores son ligeramente más pequeñas que las superiores, para producir el adecuado efecto de perspectiva
La finalidad de la Columna era triple:
• Señalar hasta dónde llegaba el monte desplazado por el foro
• Cobijar las cenizas del emperador (que se depositaron tras la muerte del emperador el 117 en una urna de oro pero hoy ya no están ahí)
• Conmemorar la conquista de la Dacia








Trajano obtuvo el título de Germánico por sus éxitos militares en la frontera renana durante el gobierno de Nerva y los primeros meses de su imperio.








La política exterior de Trajano se centró en las campañas de conquista de Oriente y en la Dacia. Centrándonos en esta última cabe remontarnos a la época de Augusto, cuando los territorios al sur del Danubio fueron ocupados y convertidos en la provinciaMoesia, se firmaron varios tratados de alianza con el reino de los Dacios, tratados que fueron mantenidos por los siguientes emperadores y reyes de los dacios. A finales del siglo I, el ascenso al trono de un nuevo y dinámico rey llamadoDecébalo, supuso un cambio en la situación por su política agresiva que chocó con Roma. Roma sufre varios reveses llegando a ser destruida la Legio XXi Rapax, y Domiciano pactó una paz de compromiso paz que incluía el pago de un subsidio a los dacios. Esto fue considerado un insulto por amplios sectores de la sociedad romana y fue una de las causas del asesinato de Domiciano. A pesar de los compromisos a los que había llegado con los romanos, desde sus dominios se continuó acosando a las caravanas y flotas de comerciantes, llegando incluso a realizar actos de pillaje y saqueo de poblaciones fronterizas. Trajano decidió romper con esta situación y el año 101 cruza el Danubio con las legiones de Mesia y Panonia iniciando la primera guerra dacia. Para esta campaña Trajano dispone de 86.000 hombres repartidos entre 7 legiones y 41 cohortes mixtas de auxiliares y algunos vexillationes de otras legiones. El ejército reunido es enorme, el mayor desde tiempos de Augusto y que no sería superado hasta la gran operación de Marco Aurelio en el Danubio contra los germanos. El ejército marcha sobre Tapae donde se atrinchera el líder dacio con unos 40.000 hombres entre caballería sármata e infantería dacia. Dada la inferioridad numérica de sus fuerzas, decide jugársela preparando una encerrona a Trajano, pero éste se da cuenta de la situación y divide su ejército en dos grupos. El primero es dirigido por el propio emperador con las legiones I Adiutrix yII Adiutrix Pia Fidelis, IV Flavio y VII Claudia más las dos cohortes de la guardia pretoriana, 20 de infantería auxiliar y 30 mixtas con unas 10 alas de caballería. Lanza esta fuerza contra los 30.000 hombres de infantería que presenta Decébalo en el estrecho paso por el que obliga a pasar a Trajano. El segundo contingente al mando de Tercio Juliano se interna en el bosque con las legiones I Italica, V Macedonia y XIII Gemina para neutralizar a la caballería sármata que se escondía para preparar una emboscada. Decébalo se rinde el 102 quedando Dacia como estado tributario de Roma. Decébalo cumplió con Roma por un tiempo, pero al poco comenzó a incitar a rebelarse a las tribus dacias y se producen pillajes a las colonias romanas. Ello hace que en el año 106 Trajano vuelva a reunir sus ejércitos y dé comienzo la segunda guerra en Dacia. Se desarrolló en innumerables escaramuzas que causaron graves problemas al ejército romano. Finalmente, Roma prevaleció sobre Dacia. Al comienzo del verano de 106, se produjo un asalto a la capital con la participación de las legiones II Adiutrix y Flavia Felix junto con un vexillation de la legiónVI Ferrata. Los dacios repelieron el primer ataque, pero al final fueron derrotados y Sarmizegetusa fue tomada y quemada no está claro si por los romanos o por el propio rey Decébalo antes de huir.








Suicidio de Decébalo








Lo cierto es que el rey dacio huyó y se suicidó, para evitar ser capturado. A pesar de la muerte del líder de los dacios la guerra continuó. Por la traición de Bicilis (un confidente del rey dacio), los romanos encontraron el tesoro de Decébalo un el río Sargetia. La batalla final de la guerra tuvo lugar en Porolissum.. Con la victoria Trajano obtuvo un botín inmenso con miles de prisioneros, toneladas de oro y plata, se apropió de ricas minas que reconvertirían en un gran foco de atracción de emigrantes. Además la Dacia ofrecía posibilidades excelentes de explotación agropecuaria. Todo ello suponía un gran alivio para la economía romana Las Guerras Dacias fueron un gran éxito para el Imperio Romano. Trajano ordenó un total de 123 días de celebraciones por todo el Imperio. Para evitar futuras revueltas decidió que la nueva provincia fuera repoblada fundando colonias y municipios al efecto y repartiendo tierras a los hombres libres del Imperio que quisiesen acudir. Instaló dos unidades legionarias la Legio XIII Gemina en Potaissa y la Legio I Italica en Novae.








Justo antes de su muerte en117, adoptó a su sobrino Adriano quien le sucedería en el trono. Se rumorea que esta adopción se hizo cuando ya estaba muerto Trajano y que fue un esclavo escondido bajo las sábanas quien dio la “última voluntad” del emperador que sería en realidad la voluntad de su esposa Pompeia Platina.








La titulación completa de Trajano en el momento de su muerte era:








Imperator Caesar Divi Nervae filius Nerva Traianus Optimus Augustus Germanicus Dacicus Parthicus, Pontifex maximus, Tribunicia potestate XXI, Imperator XIII, Consul VI, Pater patriae











ADRIANO

Publio Elio Adriano al igual que Trajano procede de una familia de antepasados itálicos que habían emigrado a Hispania y se habían asentado en Italica a finales del siglo III aC, poco después de la fundación de Itálica (que tuvo lugar en 206 aC), procedentes de la ciudad de Hadria, a la que Adriano consideró como "su segunda patria”. Los Aelios, quizá importantes propietarios agrícolas, eran una de las más destacadas familias de la aristocracia romana en Hispania, y pertenecían al orden senatorial desde dos generaciones atrás. Nació el año 76, siendo emperador desde el año 117. Fue el segundo emperador promovido por el clan de senadores hispánicos. Huérfano desde niño (año 75/76) tuvo como tutor a Trajano y al influyente équite Publio Acilio Atiano. Se casó con la sobrina de éste, Sabina. Durante el gobierno de su tutor realizó una brillante carrera política: tribuno de la plebe (año 105), pretor (106), legado de la legión I Minervia en la guerra dácica (107), cónsul sufecto (108) y legado de Siria (117). Fue quien viajó a Germania para llevar a su tutor la noticia de que Nerva, elegido emperador tras el asesinato de Domiciano, lo había hecho su hijo adoptivo y posteriormente sería quien tras el fallecimiento de Nerva el 7 de enero de 98 se desplazó a Colonia para anunciar personalmente a Trajano su ascenso al poder imperial.


Adriano

Los autores antiguos siembran dudas sobre la intención real de Trajano de adoptar a Adriano como ya hemos visto al tratar de este último. Las relaciones de Adriano con su poderoso pariente no siempre fueron buenas: se menciona una disputa por culpa de los celos de los efebos del Emperador hacia el nuevo favorito. Tras este incidente, Adriano recuperó su amistad con Trajano gracias al apoyo decidido del rico y poderoso hispano y triple cónsul Lucio Licinio Sura, al cual el mismo Trajano, habría debido también el trono. El joven Adriano contaba igualmente con la protección de la emperatriz, Plotina, experta astróloga como él mismo, y a instancias de la cual contrajo matrimonio en el año 100 con otra sobrina nieta de Trajano, su prima Vibia Sabina. Este matrimonio redobló los vínculos de Adriano con la familia imperial.


La oposición inicial a Adriano estaba dirigida por grandes generales muy cercanos a Trajano como Avidio Nigrino, Publilio Celso, Cornelio Palma y Lusio Quieto. El sector senatorial afín a Adriano los acusó de preparar una conjura y los condenó a muerte. Tendrá en contra a un sector senatorial desde el principio por no considerarlo digno sucesor de Trajano en la política expansionista, otros veían con recelo su política provincial y cultural y otros consideraban que conduciría al imperio por caminos contrarios a sus intereses. Ganó peso el consejo privado del emperador que incluía a parte de senadores y caballeros a abogados lo que era una novedad. Se mantenían las consultas al Senado pero como algo meramente formal porque las decisiones se tomaban en el consejo privado que tenía a los hombres mejor preparados. Fue un hombre de gran cultura pero muy orgulloso que se reía de los profesores de todas las artes creyendo ser más entendido que todos ellos.

Adriano amplió la participación de los caballeros en los cuadros más altos de la administración central.

Realizó múltiples visitas a las provincias del Imperio, estando ausente de Roma durante amplios periodos, dejando claro su carácter universalista sin distinguir entre ámbitos orientales u occidentales. Viajó y tuvo largas estancias en Galia, Germania, Britania, Hispania, Mauritania, Grecia, Egipto, Asia Menor... Mientras los juristas producían una normativa común, el emperador potenciaba las tradiciones locales de cada provincia.

Para potenciar la producción agraria y minera dictó la lex Hadriana de rudibus agris y la lex metalli Vipascensis respectivamente.

Prestó especial atención a Atenas dispuesto a devolverle su antiguo esplendor y se hizo iniciar en los misterios de Eleusis. En Atenas conoció tal vez al filósofo estoico Epicteto, con quien le uniría en adelante una gran amistad. El contacto directo con la cultura griega causó a Adriano una gran impresión. Es posible que por entonces adquiriera la costumbre de dejarse la barba, inusual entre los nobles romanos, pero frecuente entre los griegos. Dio una gran libertad en materia religiosa aunque su política se enmarca en el marco de la tradición pero su permisividad permitió la consolidación de cultos egipcios en Italia y las provincias occidentales.


Ordenó la construcción de uno de los monumentos más célebres de la antigua Roma, el Panteón, templo circular reconstruido sobre otro previo, mucho menor, erigido por Agripa, pero manteniendo la fachada arcaica con el nombre del antiguo benefactor. El constructor fue Apolodoro de Damasco, autor también de la columna de Trajano y otras grandes obras durante el reinado de este emperador como el foro, las termas y el puente sobre el río Danubio. Fue muerto por orden del Emperador hacia el año 130. Es una obra clave dentro de la historia del arte occidental y ha tenido una gran influencia en la arquitectura posterior. En Tívoli mandó edificar su villa imperial: la villa de Adriano que es una de las más famosas construcciones romanas y en ella se representan diversos lugares del mundo.



Panteón

En lo relativo a su política exterior se centró en consolidar el sistema defensivo de las fronteras del Imperio. Elio Arístides llega a decir que todo el Imperio era como una gran ciudad rodeada de murallas. Entre los años 112-127 construye en Britania una gran muralla conocida como Muro de Adriano para defender el territorio britano sometido, al sur de la muralla, de las belicosas tribus de los pictos que se extendían al norte de la misma. La muralla tenía como función también mantener la estabilidad económica y crear condiciones de paz en la provincia romana de Bretaña al sur, así como marcar físicamente la frontera del Imperio.

Muro de Adriano

Este limes fortificada se extendía durante 117 km desde el golfo de Solway, en el oeste, hasta el estuario del Tyne en el este, y estaba flanqueada por las poblaciones de Pons Aelius (actual Newcastle) y Maglona (Carslile). Estaba construida en su totalidad con sillares de piedra, tenía un grosor de 2,4 a 3 m y una altura de entre 3,6 y 4,8 m. Contaba con 14 fuertes principales y 80 fortines que albergaban guarniciones en puntos claves de vigilancia, así como un foso en su parte septentrional de 10 m y un camino militar que la recorría por su lado meridional.
En África creó una amplia red de fortines militares. Con estas medidas buscaba la protección del mundo civilizado y urbano frente a los bárbaros. Ante una frontera tan enorme no le quedó más remedio que para proceder a su defensa servirse de una política de pactos y cesiones a los pueblos vecinos. Así negoció por ejemplo con los partos cediéndoles territorios conquistados por su predecesor. Aplicó una política antiexpansionista que si bien ahorraba gastos tenía como contrapartida la falta de ingresos extraordinarios. Redujo las tropas legionarias quedando en 28 legiones como en época de Augusto con la diferencia que el Imperio se había ampliado considerablemente. Para reducir gastos también intensificó la práctica de los reclutamientos entre las poblaciones vecinas a los campamentos militares. Toda esta política de reducción de gastos produjo resultados beneficiosos en la economía de las ciudades.
Por último en materia exterior destacar el problema de los judíos ya que de nuevo aparecieron bandas armadas que hostigaban a las tropas romanas. Ante ello Adriano mostró mano firme y decretó la expulsión de los judíos de Jerusalén que fue convertida en colonia romana con el nombre de Aelia Capitolina y en el lugar del Templo fue erigido otro consagrado a Zeus / Júpiter en el año 129. En el año 132 Jerusalén fue recuperada por la guerrilla dirigida por Bar-Kocheba pero 2 años después retornó al poder de Roma que le aplicó un castigo ejemplar borrando el nombre de Judea de todos los documentos públicos y añadió su territorio al de la provincia de Siria.

La sucesión de Adriano fue complicada. Tras el fallecimiento prematuro y repentino, el 1 de enero de 138 d.C., de su heredero designado e hijo adoptivo Lucio Ceionio Cómodo Adriano, ya con poco tiempo (se dice que conocía la fecha de su muerte), decidió adoptar al probo senador Titus Aurelius Fulvus Boionius Arrius Antoninus, que de emperador vendría a ser conocido como Antonino Pío. Adriano, una vez muerta su hermana, ordenó ejecutar, u obligó al suicidio, a sus dos parientes vivos más próximos, su cuñado, el nonagenario consular Serviano, del que desconfiaba por creer que buscaba la sucesión imperial para su nieto Cn. Pedanio Fusco Salinator, y a éste mismo. Esto hizo que el Senado se separara aún más y a su muerte intentó invalidar todas sus disposiciones, lo que fue impedido por Antonino. Ésta es la causa más plausible de que fuera llamado en adelante con el epíteto de Pius, especialmente utilizado entre los romanos para las manifestaciones de piedad familiar











Mausoleo de Adriano


Adriano murió el 10 de julio de 138, retirado en la villa imperial de Baiae, cerca de Nápoles, tras padecer los grandes sufrimientos que Serviano le había augurado antes de morir, que le llevaron incluso a querer quitarse la vida varias. Sus restos fueron depositados en el enorme mausoleo que se había hecho construir conocido como Mausolero de Adriano (hoy Castel Sant´Angelo). Murió como dice Dión Casio (27, 2), "odiado por el pueblo, a pesar de su excelente reinado, a causa de los asesinatos que había cometido al principio y al final de su reinado, que habían sido cometidos de forma injusta e impía".


CONCLUSIONES

Trajano y Adriano son dos emperadores que comparten sus orígenes, ambos proceden de la Bética. A partir de ahí las discrepancias entre ambos son múltiples. Ya se pueden apreciar discrepancias en vida de Trajano y ello lleva a pensar que la idea de que la adopción de Adriano no fue real sino una maquinación de la viuda del emperador. La diferencia de política entre ambos emperadores no es algo que surja con el tiempo y que Adriano engañara a nadie sino que desde el primer momento ya se aprecian los recelos del Senado ante el nuevo mandatario y esto es porque deja sus intenciones claras desde el principio. Trajano había sido un personaje que había mejorado la situación del Senado y ahora temían que la situación cambiara.

Pero los rasgos divergentes más evidentes en la política de ambos emperadores se sitúan en el plano exterior. Son absolutamente contrapuestos siendo Trajano expansionista y Adriano antiexpansionista. Trajano se lanza a una serie de conquistas con el objeto de asegurar las fronteras y al mismo tiempo obtener una fuente de ingresos importantes que permitan tanto financiar sus expediciones como mejorar la situación económica general. Por su parte Adriano tiene más interés por las provincias que Trajano que se centra más en buscar los beneficios para Italia. Su política es totalmente contraria, prefiere contener los gastos aún a costa de no obtener ingresos extraordinarios y de perder parte de las posesiones obtenidas por su predecesor para mantener la paz en las fronteras con el menor gasto posible. Ante el militarismo de Trajano ahora aparece un emperador más interesado por el arte y la cultura que por las conquistas militares. Así Adriano va a abandonar las conquistas inseguras de Trajano en su última expedición contra el Imperio Parto y también parte de las conquistas en Dacia, cediendo a los sármatas la planicie del Bajo Danubio y concentrando la ocupación romana en la región de Transilvania. También ordenó la demolición del puente sobre el Danubio que había mandado construir Trajano a Apolodoro de Damasco. Prefirió las alianzas a los sometimientos. Toda la violencia que evitó en su política exterior la empleó en el interior tanto al inicio como al final de su mandato lo que llevó a que no fuera muy bien considerado a su muerte y sólo la actuación de su sucesor Antonino Pío le evitó un descrédito mayor.

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