martes, 5 de febrero de 2008

LO IRRACIONAL Y EL ÉJERCITO



LO IRRACIONAL Y EL EJÉRCITO


En el mundo antiguo la muerte era un aspecto esencial siempre presente en la existencia de los hombres. Y en relación a ella estaba la divinidad, que tenía un gran poder, ya que se encargaba de proteger al hombre y en el caso de no ser así, éste quedaba totalmente desamparado. Los dioses eran crueles y caprichosos y podían ser buenos aliados o por el contrario hacer que la vida fuera un sufrimiento continuo.

Esta es una primera idea fundamental para el mundo antiguo: miedo a los dioses. Se vivía en un clima de inseguridad y dependencia absoluta de los mismos.

Por ello condicionan la vida cotidiana y había que honrarlos como se merecen, había que mantener la Pax Deorum. Mantener este estado suponía estar a bien con estas entidades y ello conllevaba una ausencia de problemas que se multiplicaban en el caso que la paz se rompiera. Es este caso los hombres quedaban solos y la inseguridad ante su destino era absoluta puesto que no podían hacer nada contra los dioses.

Pero ¿qué hacer para mantener esa Pax Deorum?

Se consigue a través de los rituales. Un ritual es un conjunto de gestos realizados por o en nombre de un individuo o una comunidad, que sirven para definir las relaciones entre los hombres y los dioses. Lo fundamental no eran aspectos morales sino cumplir los rituales. Con ello el comportamiento de cada uno podía ser el que fuese, no importaba, se había cumplido y los dioses no tenían porque intervenir, se estaba a bien con ellos y con eso bastaba.

El calendario será la forma de fijar las relaciones festivas con los dioses. Era muy importante ya que cualquier descuido hacía que los dioses se enfadaran y llegara el mal a la vida de uno.

En la Hélade podemos contar con tres tipos fundamentales de rituales:

· El sacrificio
· Las libaciones
· Las plegarias

SACRIFICIO
El sacrificio es uno de los elementos más importantes en un ritual puede tener distintas formas pero las principales son:

a) Sacrificio cruento de tipo alimentario.
El más famoso es el llamado hecatombe, en el que se sacrificaban 100 bueyes. Se sacrifican uno o varios animales, una parte de los cuales es ofrecida a los dioses mediante su cremación en el altar y la otra es consumida por los participantes en el ritual.

Si este sacrificio es colectivo sirve para fortalecer los lazos entre los ciudadanos de la polis y la comunicación con sus dioses. Este sacrificio también puede ser ofrecido por un particular o por una asociación y pude tener lugar o no en un santuario.

El sacrificante puede ser desde el cabeza de familia a un mágeiros es decir un profesional contratado para que realice el sacrificio y que además actúe como cocinero. En el caso de los santuarios son los sacerdotes quienes normalmente se encargan de realizar los sacrificios en nombre de los sacrificantes.

Las víctimas pueden variar en número y en importancia (el mas prestigioso es el sacrificio de un gran numero de bueyes), también según el culto ya que a veces exigen un tipo especifico de animal pero si hay una norma fija sólo pueden sacrificarse animales domésticos.

Se escogía a la víctima o víctimas que tenían que responder a ciertos criterios de pureza y exigencias según el culto. El gran sacrificio empieza con una solemne procesión con la que se conduce a la víctima al altar, a su cabeza con paso pausado se encuentra el sacerdote y los sacrificantes, cuando llegan al altar se sitúan a su alrededor todos los que tomarán parte en la ejecución: el sacerdote, la portadora del agua lustral, la portadora del cesto con granos que cubren el cuchillo ritual, los sacrificantes.

Se inicia la fase de consagración, el sacerdote recita con voz grave una serie de plegarias y rocía con agua la cabeza del animal (así consigue que la baje y que a sus ojos asienta en su sacrificio). Después el sacerdote ofrece las primicias del sacrificio a los dioses echando unos granos del cesto y algunos pelos de la cabeza del animal al fuego.

Llega el momento de dar muerte a la víctima normalmente por degollamiento. La garganta del animal se orienta hacia arriba, la primera sangre que brote de ella tiene que ir hacia el cielo después se recoge la restante en una copa especial para esta función y se derrama en el altar y en el suelo.


El mágeiros abre con un cuchillo el tórax del animal y extrae sus vísceras cuidadosamente siguiendo este orden: pulmones, corazón, hígado, riñones y aparato digestivo .Después desolla al animal, en los sacrificios privados su piel se la queda el sacerdote en los públicos se vende y los beneficios pasan a engrosar el tesoro sagrado. Ha llegado el momento de descuartizar al animal, primeramente con sumo cuidado hace una primera partición, separa los fémures de la carne de los muslos, y los coloca en el altar rociándolos con grasa y perfumes donde se queman, es la parte del banquete que corresponde a los dioses, el humo de su combustión es su alimento. Luego ensarta las vísceras del animal y las asa en el altar una vez echas se las comen el sacerdote y los sacrificantes in situ. Para finalizar corta el resto de la carne en pedazos iguales sin tener en cuenta las distintas partes del animal y sin seguir las articulaciones y los cuece en calderos una vez cocidos los reparte entre los demás asistentes al ritual que se los comen.

b) El Holocausto o sacrificio cruento de un animal que no será consumido alimentariamente.
Como su nombre indica se sacrifica al animal y se ofrece a los dioses mediante su combustión total incinerado en el altar por lo tanto su carne no es consumida por los participantes en el ritual. Es un tipo de sacrificio reservado a cultos especiales como el de Ártemis en Patras, también sen algunos sacrificios consagrados a los héroes y a los muertos.

c) El sacrificio no cruento
Son los sacrificios en los que se ofrece a los dioses todo tipo de alimentos quemándolos en el altar: panes, fruta, vegetales, perfumes...

Una gran cantidad de rituales combinaban los dos tipos de sacrificios los cruentos y los no cruentos.

LIBACIONES
La libación consiste en derramar una parte de líquido en el altar o en el suelo mientras se pronuncia una oración pueden formar parte de los rituales con sacrificios cruentos pero también pueden aparecer como rituales por si mismos. Las libaciones acompañaban a los ritos de la vida cotidiana, un griego las realizaba cuando se levantaba y cuando se acostaba, cuando alguien tenía que partir o cuando alguien regresaba al hogar.






Normalmente se ofrece vino mezclado con agua pero no exclusivamente, así en algunos casos se ofrece agua, leche, agua mezclada con miel y a veces como hemos visto sangre.

En algunas ocasiones las libaciones se consagran totalmente, es decir se vierte en el suelo el contenido integro de la copa, como por ejemplo en las destinadas a los muertos.

PLEGARIAS
Las plegarias son oraciones, que se pronuncian a lo largo de los rituales, normalmente van asociadas a las libaciones, van acompañadas de himnos y de cantos distintos según la ocasión.
El mundo antiguo está lleno de dioses. Así en Roma podemos distinguir:
n Dioses celestes (Júpiter, Marte, Venus…)
n Dioses infernales (Plutón, Pérsefone, todos los muertos)




Al mundo celestial le corresponden colores claros y números impares y al infernal colores oscuros y números pares.

Cuando hablamos de infierno no nos referimos al infierno cristiano y sus connotaciones negativas sino que son dioses que habitan en el submundo.

Toda persona que muere se convierte en dios. Son los manes y exigen las mismas ceremonias que el resto de dioses. Se puede decir que son menos fuertes pero por la simple razón que afectan a menos gente que los del panteón tradicional. Por lo demás son iguales y para la familia son muy importantes.

Se puede destacar la ceremonia de los Terminalia momento en que en el Circo se retira una piedra y por ese hueco suben los espíritus de los muertos para ver a su familia.

Una segunda idea a destacar en este mundo antiguo es que todos somos dioses.
La muerte es algo dramático. Cuando alguien muere por causas naturales, es decir en la fecha fijada por las Parcas en el mundo romano, se convierte en dios y descansa en el infierno, en el lugar donde se le entierra. La figura de las Parcas viene de la figura griega de las Moiras. Las Moiras son seres pertenecientes a la mitología griega. Aunque se las reconoce en ciertos pasajes como hijas de Zeus y Temis, es más probable, sin embargo que sean hijas de Nix, la Noche, diosa que concebía por sí sola.
Las Moiras son tres, Cloto, Láquesis y Átropos, "la que hila", "la que asigna el destino" y "la inflexible". Son la personificación del destino, y su misión en el horizonte mitológico griego, es la de asignar el destino a los seres que nacen, deparándoles suertes y desgracias. Velan porque el destino de cada cual se cumpla, incluyendo el de los propios dioses. Asisten al nacimiento de cada ser, hilan su destino y predicen su futuro. Se las representaba como tres mujeres de aspecto severo con una rueca, una pluma o un mundo y con una balanza respectivamente.








En los orígenes del mito estos espíritus estaban relacionados con el nacimiento. Ya que en el momento del nacimiento decidían cuál iba ser la vida del nacido, predestinaban sus actos y el momento de su muerte. Posteriormente el mito evolucionó a la forma que conocemos de las tres hermanas. El destino era determinado mediante un hilo de lana blanca o dorada, para los momentos de felicidad, o de lana negra, para los momentos de dolor. La más joven, Cloto, preside el momento del nacimiento y lleva el ovillo de lana con el que va hilando el destino de los hombres; la segunda en edad, Láquesis, enrolla el hilo en un carrete y dirige el curso de la vida y la anciana Átropos, coge del carrete el hilo de la vida y lo corta con sus tijeras de oro, sin respetar la edad, la riqueza, el poder, ni ninguna prerrogativa, y así ésta llega inevitablemente a su fin.

Hay una serie de situaciones que impiden que se pueda descansar en el infierno:
· Cuando una persona muerta no recibe los ritos funerarios correspondientes por la tradición y entonces permanece como un espíritu maligno (Lemur) que habita entre los vivos y puede causar problemas. Por esta razón es importante que haya hijos varones que mantengan el culto familiar ya que las mujeres al casarse se van a la familia del esposo. También por esta razón es muy importante que se entierre al muerto completo. Esto se puede ver en la muerte de Pompeyo. Pompeyo tras la batalla de Farsalia huye hacia la costa del Egeo para navegar hasta Mitilene, donde estaba su mujer Cornelio parte rumbo a Egipto para pedir ayuda a Ptolomeo. Tras unos días esperando anclado frente a los bancos de arena, el 28 de Septiembre del 48 a.C., una pequeña barca se acerca hasta los navíos romanos. Invitando a subir a bordo a Pompeyo, en la orilla aguardaba Ptolomeo XIII; tras despedirse de su mujer Pompeyo es conducido hasta la orilla, y mientras la barca avanzaba trata de entablar conversación con la gente de la barca sin obtener respuesta. Tras tomar tierra un renegado romano desenvaina su espada y atraviesa a Pompeyo, que acto seguido soporta una lluvia de puñaladas, llevándose con las dos manos la toga a la cara. Cornelia y el resto de los tripulantes de la pequeña flota observan los sucesos impotentes desde el mar, sin poder hacer nada. Acto seguido Pompeyo es decapitado.








La cabeza fue enviada al rey Ptolomeo, quien se la entregó a César como muestra de amistad. Éste, en vez de agradecer la muerte de su enemigo, rompió a llorar (Pompeyo había sido su amigo, aliado y el marido de su hija) y posteriormente montó en cólera. La cabeza fue enviada a Roma por César y enterrada con honores. Su cuerpo fue rescatado e incinerado según Plutarco por un veterano de las primeras campañas de Pompeyo.

Es importante el tema de la decapitación porque en la boca se pone el pago para el barquero y cruzar al otro mundo con lo que si falta la cabeza mal asunto. En la
mitología griega, Caronte era el barquero del Hades, el encargado de guiar las sombras errantes de los difuntos recientes de un lado a otro del río Aqueronte si tenían un óbolo para pagar el viaje, razón por la cual en la Antigua Hélade los cadáveres se enterraban con una moneda bajo la lengua. Aquellos que no podían pagar tenían que vagar cien años por las riberas del Aqueronte, hasta que Caronte accedía a portearlos sin cobrar. Aunque con frecuencia se dice que porteaba las almas por el río Estigia, como sugiere Virgilio en su Envida, según la mayoría de las fuentes incluyendo a Pausanias y más tarde Dante el río que en realidad transitaba Caronte era el Aqueronte. Caronte era el hijo deÉrebo y Nix. Se le representaba como un anciano flaco y gruñón de ropajes oscuros y con antifaz, que elegía a sus pasajeros entre la muchedumbre que se apilaba en la orilla del Aqueronte, entre aquellos que merecían un entierro adecuado y podían pagar el viaje (entre uno y tres óbolos)





· La persona muera antes de lo establecido por las parcas y en este caso sólo descansará cuando llegue a la edad que le hubiera correspondido.
· Muerte cruenta. Este es el aspecto más importante en relación con las batallas y el ejército. En una guerra es donde más muertos de forma violenta se producen y aunque sea una guerra legal cabe la posibilidad que los muertos persigan. Ante esto los ejércitos deben protegerse.
Cuando alguien muere hasta que se le entierra se da un periodo dramático, en una fase muy peligrosa porque se está muy débil y ese espíritu puede ser secuestrado. La Necromancia es la adivinación a través de los muertos pero también el uso del espíritu de los muertos para hacer mal.

Tras una batalla aparecen lobos, buitres pero también hechiceras a la busca y captura de espíritus.

Para protegerse de los espíritus tanto en las ciudades como en los cementerios se puede ver que se cubren con una muralla que a veces es un simple muro o una hilera de piedras (témenos). También se ponen estatuas de animales para proteger de esos malos espíritus. Otra protección son los amuletos.
Esta preocupación por la protección se incrementa en el ejército, tan en contacto con la muerte y con los espíritus. Por ello los legionarios van llenos de amuletos.








También las imágenes que se colocan en los escudos responden a este concepto. Para protegerse:
n Tropaeum: trofeo. Cuando un ejército vence con los despojos hace un monumento que en un origen eran las armas de los vencidos colgando de un árbol. Luego ya se levantaron auténticos monumentos en el lugar de la victoria o en caso de batalla naval en el punto más cercan en tierra.
El objetivo de los trofeos era neutralizar los espíritus malignos de los muertos en la batalla. Con esos restos se fija un punto en el campo de batalla para que allí permanezcan los espíritus y no sigan al ejército vencedor.
Hay ceremonias específicas para purificar las armas del combate y también tiene que purificar los cuerpos a través de la lustratio. Si no se hace así los espíritus pueden haberse adherido y los llevarían con ellos.






Un Triunfo: es el honor más grande que se puede dar a un general romano. Es la entrada victoriosa en Roma como si fuera el nuevo Júpiter. Se necesitaban unas condiciones para poder celebrarlo:
o Estar dotado de Imperium Maximum
o Más de 5000 muertos en batalla
o Batalla definitiva.

Antes de entrar en Roma el ejército debía permanecer en el Campo de Marte purificándose. Tenían que limpiar la sangre y los espíritus malignos antes de ir a sus casas. Luego entraban por la puerta del triunfo que es el elemento apotropeo más importantes ya que es el único lugar por donde se rompe el círculo de protección y por ello tiene que estar protegido para lo que se construye un arco del triunfo. Las puertas se adornan con animales para proteger. Toda la escatología y los animales fantásticos sirven en el mundo antiguo para rechazar lo malo.








También existía el problema de la envidia (Fascinum). Su significado es que te miren con malos ojos. La envidia al general victorioso se contrarresta con los insultos de sus propios soldados ya que así los malos espíritus no lo envidiarán y pasarán de largo.

Un color para rechazar el mal es el púrpura y por ello se protegían con él a los niños y los magistrados usaban este color en el borde de la toga.
n Prodigios: antes de la batalla se consulta a los dioses siempre. Los prodigios son fenómenos anormales que muestran que algo no va bien. Los ejércitos romanos llevaban con ellos jaulas con pollos sagrados que soltaban y viendo como andaban y como comían interpretaban presagios. Si comen normal, los dioses están contentos y nos favorecerán en la batalla, si no es así algo marcha mal.
Uno de los principios fundamentales para la adivinación es que el animal acepte dócilmente el sacrificio y si no es así el presagio es negativo.
A la batalla hay que ir con las víctimas para el sacrificio porque si no se hace así los dioses se pueden enfadar. Por ello es una causa de castigo al general negligente que no cumpla con este precepto.
La lucha con los pueblos a conquistar no era sólo una lucha material para los romanos, sino que tenía un componente sobrenatural y por ello los romanos aceptan a los dioses de los otros lugares e intentan atraerlos para su causa dándoles más que su propio pueblo. A esto se le llama evocatio. Los romanos son un pueblo práctico que se basa en el principio de “da al que da y no des al que no da”. Por ello si un dios dejaba de ayudar se cambiaban a otro.
Cabe destacar en lo referente a batallas con prodigios sobrenaturales la del Puente Milvio del 28 de octubre de 312 entre Majencio y Constantino I el Grande. La leyenda cuenta que una noche, antes de la batalla, Constantino vio en sueños una cruz en el cielo al mismo tiempo que una voz divina le indicaba que con ese signo vencería, “in hoc signo vinces”.



Sueño de Constantino y batalla de Milvio

Constantino hizo decorar los escudos de sus soldados con el símbolo de la cruz y se lanzó contra el ejército enemigo al que venció después de una dura lucha.

La tesis fundamental es que las personas no somos libres sino que estamos predestinados.

No hay comentarios: