¿Por qué se rindió Atenas?
Aunque el episodio que nos ocupa es posterior (405) creemos necesario remontarnos en el tiempo.
Atenas había perdido el apoyo de los dioses hacía años aunque en los periodos de paz, una sexagésima parte de los ingresos federales se destinaban como ofrendas a los dioses áticos, en especial a Atenea Parthenos.
Los oráculos, enardecidos por la histeria colectiva sentenciaban que la culpa radicaba en aquella guerra, en la que Apolo había intervenido a favor de los enemigos. Y es que ya en
La guerra del Poloponeso era una guerra civil en estado latente, periodo denso en acontecimientos. El plan estratégico de cada una de las fuerzas contendientes se adaptó a las exigencias de los elementos con que contaban. Los espartanos habían de tratar a toda costa de decidir la lucha en el continente y los atenienses se esforzarían por eludirla
En el 420 apareció en la política Alcibíades, lo que constituyó una desgracia para Atenas. Desapareció con el final de la guerra del Peloponeso (404) y dejó tras sí un montón de ruinas. Alcibíades fue para Atenas el contraste de Pericles, este fue el espíritu bueno equilibrado. Alcibíades era semejante a un demonio fomentaba las tendencias peligrosas de los atenienses.
Alcibíades era de una importante familia aristocrática, durante unos años las actividades bélicas fueron espaciadas más en el momento en que los atenienses recibieron la petición de ayuda por parte de Segesta contra Siracusa (415) los atenienses pensaron incitados por Alcibíades, que esta era la ocasión de extender su imperialismo hacía occidente. Decidieron enviar una flota a Sicilia en contra de la opinión de Nicias. Poco antes de emprender la expedición todos los Hermes erigidos a las puertas de las casas, en los bosques, fueron mutilados. Estalló un verdadero pánico.
La expedición de 134 navíos y 32000 hombres partió pues con malos augurios. En Sicilia fueron recibidos sin entusiasmo. Era la flota demasiado importante para que los sicilianos pensaran que sólo iban a ayudarles.
Antes de iniciarse las hostilidades Alcibíades fue llamado a Atenas para responder de una acusación de sacrilegio, mutilación de los Hermes. Fingió obedecer pero desembarco en un lugar de la costa meridional de Italia, donde antaño estuvo Sibaris. Fue condenado a muerte en rebeldía y se le confiscaron los bienes, huyó a Esparta y se puso al servicio de los espartanos.
Durante dos años los siracusanos se defendieron de los atenienses, a los siracusanos les ayudaban los espartanos, y finalmente en la batalla de Asinaros (413) fueron vencidos los atenienses murieron casi todos los soldados, y los que no fueron muertos fueron hechos prisioneros y encerrados en las latomias, canteras de Siracusa. Nicias murió.
Para Atenas fue el principio del fin de su supremacía naval no obstante aún habrían de pasar 10 años para el final de la guerra.
En 413 la población rural sufrió una prueba que fue el comienzo de su calvario frente a la cual las devastaciones de la guerra Alquidamica (etapa en la que actuó Pericles a la defensiva), no eran nada Espata intervino en la contienda directamente y llevó a cabo una ocupación permanente del Ática, al convertir en fortaleza la posición central de Decelia y además impidió la explotación de las minas de Laurión. Uno tras otros fueron haciendo caer a los estados aliados. Mientras se desarrollaba este proceso de disgregación Esparta se movía libremente por toda la Grecia continental.
El mar ya no era del dominio de Atenas, su superioridades había hundido con los barcos en Sicilia.
Esparta se dedicaba a construir barcos y equipar la flota. La perdida del monopolio marítimo ateniense no hubiera sido definitiva si a todas las dificultades no se hubiera unido la entrada de Persia en la contienda.
En 412-411 Alcibiades exigió un cambio constitucional, se le lineó la perspectiva de un cambio desacreditando la democracia y reforzando la causa oligárquica. El pueblo, desalentado, renunció a la democracia y delegó los poderes en una comisión encargada de instaurar una constitución oligárquica. Todo ello llevó en breve a la ruina sobre todo cuando se vio que lo que Alcibíades había prometido no se podía cumplir y que Persia no pensaba aliarse con Atenas.(Alcibíades estuvo con tratos con Tisafernes, un sátrapa persa, para solicitar ayuda de Persia). En Atenas se tenía la impresión de que grupos de oligarcas querían entregar la ciudad a la flota espartana. Fue descubierto el arreglo y provocó la rebelión de Eubea.
Después del fracaso de la oligarquía se volvió a la democracia con la ayuda de Alcibiades que fue proclamado estratego por los demócratas de la flota. Fue un buen general: restauró por un periodo corto la hegemonía ateniense en el Helesponto y la Propontide con la victoria de Cizico (410) Esparta ante estos acontecimientos quiso la paz en la que se sancionase la situación tal como estaba, es decir reconociendo la independencia de los numerosos aliados de Atenas que habían recuperado la libertad al separarse de la liga Delica
Los persas viraron de nuevo a favor de Esparta (Alcibíades había tenido la esperanza de llegar a un acuerdo con Persia después de sus victorias 408-407), porque Tisafernes que ofreció una política de equilibrio fue depuesto y reemplazado por Ciro, filiespartano.
Después de varios vaivenes políticos y nuevas ofertas de paz por parte de Esparta y la negativa de Atenas, Lisandro en 405, obtuvo de nuevo el mando, construyó más barcos con dinero persa y sorprendió a la flota ateniense. Ello ocurrió en Egospótamos. No fue una batalla, sino un golpe de mano, que le costó a Atenas todo el material bélico de que disponía.
Atenas estaba arruinada. Fue asediada todo el invierno y se concluyo con la rendición sin condiciones; primavera del 404. Así finalizó la guerra del Peloponeso.
A la vista de los acontecimiento Atenas sin ningún poder marítimo, su flota había sido aniquilada y sitiada durante meses tuvo que rendirse a causa de la falta de alimento.
Atenas se rindió por hambre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario