“Lo mejor es enemigo de lo bueno”.
Actividad discente: La cara oculta de
Espero me aceptes el tono coloquial del comentario, gracias
Lo adecuado sería contestar a este Señor con cifras en la mano, pero claro soy una estudiante y en consecuencia no debo de entrar en calentamientos de cabeza, según lo expuesto en su artículo.
Pero lo que si puedo hacer, y estoy dispuesta a hacerlo, es dar mi opinión sobre un tema del que se podrían escribir varios tomos sin necesidad de ir a
Podemos estar de acuerdo y creo que, todos convendremos en que, hay un sector de estudiantes que sacan a pasear los libros. Pero dicho esto; creo firmemente en que hay una serie de alumnos brillantes, con ganas de saber, con objetivos marcados que quieren conseguir, alumnos que ven en los estudios una vida o una superación, otros los lleva al pupitre solamente las ganas, el interés o la curiosidad del saber, alumnos de distinta condición que trabajan y alternan la actividad familiar y laboral con sus estudios , alumnos Erasmus que deja sus familias, sus amigos, colegas, incluso su país y que se enfrentan a otro idioma, alumnos que se desplazan para asistir a congresos, exposiciones, museos, etc., etc., etc. y por supuesto creo que estos superan ese 7% del que habla el artículo de Pedro Álvarez Martínez
Claro que sí me conceptuó dentro de la media global de los estudiantes calificados en el artículo que nos ocupa, mi cerebro no debe de estar preparado para estos menesteres. En consecuencia cabe dentro de lo posible que en mi poco interés sólo me fije en los “cerebritos”
Pues bien dicho esto y dejando de lado las bromas no puede achacarse un fallo de tal magnitud, como el que se menciona en el artículo del “País”, a un solo sector hay que buscar responsabilidades en todas direcciones y yo le propondría al autor que viniera a hacer el estudio a
La prueba es palpable; cuando unas personas, me refiero a todos los alumnos de la licenciatura de Historia que hemos cursado en horario de tarde durante años, o sería más exacto decir que hemos cursado toda la carrera en horario vespertino y, sorpresa, en el último curso se reduce la oferta a la quinta parte de la totalidad de los créditos y claro los alumnos de cuarto no hemos desaparecido y queremos seguir con nuestras carreras en las mismas condiciones que hemos cursado los cuatro cursos anteriores. Si se supone que un curso son 60 créditos y la facultad te oferta 40,5 ¿qué hemos de hacer con los 19,5 que nos falta para poder licenciarnos? La respuesta es simple: malabarismos, así de sencillo.
Personas que trabajamos, que tenemos otras obligaciones y responsabilidades, que nos desplazamos kilómetros para asistir a clase. En fin que tienes que tener ganas de ir yendo y viniendo mañana y tarde sin poder acudir en condiciones a ningún sitio, sea de la actividad docente o no, porque a unas mentes pensantes se les ha ocurrido reducir la oferta. Así que sin entrar en cifras ni tantos por cien podemos demostrar de un plumazo que casi la totalidad del alumnado de quinto curso tiene un gran interés por lo que está estudiando.
No quiero entrar en materia sobre el profesorado pero, y espero se me aceptes el tono coloquial, “de todo hay como en botica”. Aunque, quiero decir aquí que, hay profesores que hacen que crezca en uno un interés por aquello que enseña mientras que hay otros que se les nota un “desasosiego”, según cita del artículo, y muy poca calidad docente, posiblemente, y como dice el artículo, por ese” 74% de bajo nivel en
Yo le diría a Pedro Álvarez que tal vez la educación en nuestro país no puede ser igual a la europea pues nuestro sistema educativo en los últimos años ha sufrido la reforma de la contrarreforma de la reforma de la última reforma y claro, tanta reforma no deja sentar una base sólida, además con un temario que da miedo y que es imposible de impartir (tanto profesores como alumnos son seres humanos no dioses del Olimpo) Quizás no se debería de cambiar tan a menudo de sistema educativo. Tal vez sería más interesante dar al estudiante nuevas tecnologías, a nivel europeo, y asentar la educación en todos los grados de la enseñanza, posiblemente el desinterés se de en los dos lados de la actividad cuando se ve que el programa es claramente inalcanzable.
En fin que este comentario podría extenderse mucho más pero creo que lo esencial es que no se puede hacerse un análisis de este tipo, sólo estudiantes, sin tener al lado otro de profesores y un tercero de los sistemas de educación, pues las carencias creo que están en todos los sectores y no es solución decir que un 74% del alumnado tiene bajo nivel.
Arse.
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